Uno de los temas que hemos venido tratando tiene que ver con la representación o presentación del ser. Lo que vemos con las ‘musculokas’, pasa en el mundo del arte con Lechugita Herrera o con cualquier artista de Alberto Sendros, por ejemplo, en cuyos casos se produce una puesta en escena del ‘oficio artistico’ sin ejercer dicho oficio. Es por eso que las galerias de arte se transforman cada vez mas en casas de decoración de espacios blancos y, de manera creciente, la gente compra algo que va a lucir de determinada manera en su casa. El problema con el modo en el que el arte luce en una galeria y en tu casa es casi analogo a la diferencia entre el modo en el que una ‘musculoka’ se presenta en un chat gay como un supermacho hipersexualizado y lo que uno finalmente recibe al abrir la puerta.
Tomemos como caso a Leo Sabato. El pibe es bajito, morrudito, compactito y esto por chat tiene un aura de hipermasculinidad sacralizada. Ahora que pasa (ver foto) cuando Leo aparece en la puerta. Las bermudas lo hacen aun mas petizo. Las patitas están encorvadas de adentro hacia afuera y del centro en diagonal hacia los costados. De la cintura para abajo, Sabato parece más una turista gorda norteamericana que un super-macho.
El problema con esos lomos es como cubrirlos porque levantan todo y todo tiende a quedar ridiculo. Ahora bien, la camisa guayabera y las mangas cortas con esa solapa son un no no no no no y no. Para mi la diferencia entre lo que se vende en Grinder y lo que uno recibe es atroz. MI pregunta es, se la cree tanto o el vestirse mal es su modo de perpetuar el auto-sabotaje que trata de mitigar mediante horas y horas de gimnasio? Just a thought.
