La dinamica del blog tiene, muchas veces, que ver con un diálogo entre el objeto de la mirada y aquel que está siendo mirado. Como ya vimos, resulta casi un rasgo cultural el hecho de que este blog pone la mirada en personajes que se definen a partir de la mirada ajena pero en sus propios terminos. Digamos que la vida en el caso de Leo Zapato y Cynthia Cohen, por dar dos ejemplos, se ve en los términos del pastiche post-dadaista en el que se manipula la identidad a partir de la organización de las imágenes como pose. En otras palabras, la construcción de la identidad en estos dos casos se da como un acto ‘editorial’.
En el caso de Cynthia Cohen, ella pedia ‘no exponer’ a su hija a un tipo de exposición basada en toda una serie de valores indefendibles puestos en juego no solo por Malamute sino por Cohen misma. Lejos de usar la ocasión como una lección para ser mejores, Cohen decidió aislarse aún más. Pareciera que el aislamiento o el bloquear al otro es la cara agresiva de ese narcisismo que vemos en todo su esplendor en la muscu-mani Leo Zapato.
Minutos atras, el pastelero a domicilio y chiquitin Leo Zapato, le respondió a este blog de una manera que yo llamaría: autorreferencial, narcisista y tautologica. Al decir: ’el que puede puede el que no critíca’ (sin comas – sic) demuestra un modo de pensar estructurado en una relación de amigo-enemigo en el que la inclusion se define por su total irreflexividad. Como en ‘La Edad de la Inocencia’ de Edith Wharton, el equilibro social muscu-muscu es tan pero tan precario que puede ser alterado por un suspiro o una foto, sacada de su contexto de consumo original. La pregunta que yo me hago es: Leo Zapato, el que puede qué? Es interesante que lo que haya puesto en juego el enanito es ni más ni menos que…el poder.
Este tipo de afirmacion, en su estructura, tiene una resonancia bíblica a aquel ‘yo soy el que soy’ con el que Aquel que Es (Dios) se designa. Dios no tiene atributo, es. El amor no tiene atributo, ocurre. El arte no tiene critica, ocurre o no ocurre. En los insultos recibidos: ‘gordo’, ‘sidoso’, ‘resentido sexual’, se ven los términos en los que la identidad se negocia. Como vimos esto ocurre literal y metafóricamente al nivel de la piel como lugar de exposición pero no de contacto. Las fotos de Zapato en Facebook son sacadas por fotógrafo que parece ser profesional. Nunca son selfies con la excepción del culo abierto. Es como si las ‘muscu-muscu’ hubieran convertido a la piel en un disfraz que a diferencia de la moda esconde en lugar de expresar. Es mas, esa piel no recubre la verdad del cuerpo sino la mentira de su constante modificación y falta de salud. Cuan lejos esta este tipo de conducta del debate de la ley de talles y la anorexia?
El modo en el que Facebook funciona en la comunidad ‘muscu-muscu’ es naturalizando la exclusión a partir de la trágica enunciación de la ‘amistad’ o ‘la buena onda’. Sin embargo, no nos engañemos que la buena onda se termina donde se termina el mùsculo o, mejor dicho, cuando el músculo comienza a hablar o, aun peor, a pensar. El problema con Zapato es que pertenece a un modo cultural (de vida) retrogrado. Digo esto porque mis peores cogidas fueron con gente como Zapato. Retorizan el sexo y vacían el lenguaje de verbos o de sustantivos, según el caso. Solo textean smilies y LOLs y esto lo hacen todo el tiempo. Su relación es con el Iphone tanto en la promesa de mas sexo, en el zapping de otro cuerpo o en la perpetuación de la fantasia de que uno es lo que ve en el espejo. Sin embargo, no nos equivoquemos porque en cada ‘smilie’ y cada ‘like’, lo que esta verdaderamente en cuestión es el tiempo que tardará ese músculo en caerse y esa proteína en ser meada. El problema de la ‘musculoka’ es la supresión de los sentimientos a partir del transformar a la vida en una baile de mascaras en el que, ironicamente, el que expone todo nunca pero nunca mostrará verdaderamente nada. Al menos en los bailes de disfraces uno tiene la promesa de develar el secreto. En las vacaciones de Rio de las ‘musculokas’, lo único que queda es otro frustrante orgasmo. El problema muscu-muscu comienza cuando acaban, cuando se viste, cuando comienzan a hablar y la una reparte tortas en bermudas de gorda y la mas ricachona (supuestamente top) acaricia el perrito antes de tomarse el te de manzanilla. Just a thought.
