Debo confesar que estoy sorprendido por la justicia poetica con la que la cultura está poniendo en evidencia las grietas de ‘la Década Ganada K’. Por supuesto, me refiero al Vicepresidente Amado Boudou cubriendo con pintura blanca la centenaria boisserie italiana de su despacho del Congreso de la Nación y arruinando el patrimonio histórico nacional. Es esa necesidad de tapar (el pasado) y transformar las superficies en brillosas lo que parece caracterizar la estética Kirchnerista.
Hay algo análogo entre este tipo de acción y aquellas sobreactuaciones de principios del Kirchnerismo en el que el difunto Presidente Nesto Kirchner se rompía la frente por salirse violentamente del protocolo o decidía ‘bajar el cuadro de Videla’ de la pared como si ese típo de exabruptos, en sí mismos, significaran algo. Un símbolo sin contenido es una cascara vacía no un simbolo. Eso parece ser lo que este gobierno no solo deja como legado cultural sino que es ese legado el que parece llevárselos puestos.
El intento de borrar a Videla de nuestra historia (por más doloroso que el capitulo haya sido) no sólo es infantil sino impráctico. Eso es como limpiar una casa solo pasando un trapo por las superficies. La mugre siempre queda. Tal es así que el modo en el que Bodou decidiera cubrir la superficie del pasado con blanco laqueado tiene que ver con todo tipo de inseguridades personales que hacen que uno sienta un poco de compasión por una persona tan incompleta. Este hombres es un terrible hijo de puta porque sufre y cree que no se merece que lo quieran. Imagínense lo doloroso que debe ser llegar a ser Vicepresidente con semejantes inseguridades. Imaginense lo doloroso que debe ser para Cristina llegar a ser Presidente sabiendo que lo único con lo que cuenta es el muy volátil apoyo popular y el poder que eso conlleva. Su fuerza es externa, no interna. Nuestra Presidente y nuestro Vice-Presidente no son entes autónomos sino que necesitan de cosas externas para darles identidad. Eso no es liderazgo.
Lo que sorprende de la decisión de Boudou es lo infantil de no pensar en el legado que cada decisión de ese tipo conlleva. Ese hombre vive en presente perpetuo y eso para un hombre que esta segundo en la linea de sucesión presidencial debería ponernos en alerta naranja. Ese tipo es algo análogo a una mezcla entre un drogadicto y un niño.
Hace algunos dias, Cristina inauguró el Museo de las Malvinas que me llamó la atencion por dos cosas: su arquitectura simula la yuxtaposición de diferentes planos que parecen pantallas planas como si el pulido de la superficie conllevara significado en si mismo. La arquitectura de un museo dedicado a la conmemoración del pasado cubre en lugar de revelar. Esos vidrios solo permiten al espectador tener la impresión de que se pueden ver a si mismo para acercarse y ver su mirada desaparecer en el trasluz del interior proyectado. Es la estética de los anteojos de sol. Yo creo que Kirchner decidió bajar el retrato de Videla porque lo confundió con la una pantalla de plasma de esas que el padre de Maria Cher desarma para volver a armar y cobrar ilegalmente los incentivos a la industria nacional. Es como que en el modo de hacer guita del padre de Cher, la producción en si misma o la calidad es una cuestión irrelevante ya que lo que importa es cuidar las apariencias de esa superficie que en si mismo no significa nada. Solo importa ese presente eventual y nadie piensa en el futuro.
El resultado de esto es un Vicepresidente que debe avergonzar a su familia, una Presidente con un hijo drogadicto e inútil que hizo del parasitismo la razón de su vida y qué decir de Chernajovsky padre e hija. Tanta guita para ser recordado como un plagiador, un ladrón o un mediocre? Qué sentido tiene la guita? Cuantas casas podes tener? Cuanto champagne poder tomar? La adicción al dinero es la peor de las adicciones porque es la única adicción de la que, según dicen, no se vuelve.
Pero el Museo de las Malvinas y la instalación de una mesa Eames en el despacho de Bodou van mas alla porque son la institucionalización del fracaso a traves de su evidencia. Sin ir más lejos, el Museo de Malvinas debe ser el único museo en el mundo que conmemora una derrota. Es un museo al fracaso. Por qué no usar esos fondos para alimentar chicos en el Chaco o, en otras palabras, para hacer que alguien ‘triunfe’ al menos comiendo un par de dias? Yo puedo hablar por los delitos culturales que este gobierno ha cometido y digo que Cristina debería ir presa por la destrucción del Monumento a Colon y Bodou por haber tomado la decisión decorativa equivocada. Sí, así de superficial es la razón y eso es pura justicia poetica. Este tipo no debería ir preso por chorro sino por grasa y boludo. J A T
