EL LECTOR AGUSTIN TOMA LA POSTA DE LA DISCUSION SOBRE PUERTO MADERO:
‘Me parece interesante abrir un espacio de critica respecto a la arquitectura y urbanismo que se está produciendo en Buenos Aires y el país en el blog.
Este blog se dedica a exponer el lado más ruin y mediocre de la cultura y el arte; y en este caso Puerto Madero no escapa a formar parte de esta historia ya que la urbanizacion del barrio se hizo por medio de chanchullos y actos de corrupción que pagamos todos pero cuyo rédito económico -venta de terrenos y emprendimientos inmobiliarios junto a las ganancias que los mismos traen aparejados- quedo en manos de unos pocos. Sólo devolvió a la sociedad parques de alta calidad que por más de ser inaccesibles -por suerte- son ocupados durante los fines de semana por ciudadanos de otros barrios.
Pero su arquitectura es excluyente, y salvo contadas excepciones, de muy baja calidad. La torre Alvear tal vez sea uno de los mayores exponentes de la mentalidad retrograda de nuestras clases pudientes. Este es un edificio que, como la mayoría de los construidos en el sector, no conlleva ni un pensamiento ni una cr[itica arquitectónica: ni innovación material ni en los modos de habitar, ni relación con el entorno, ni coherencia formal ; y que como todos los edificios del barrio excluye y no produce ningún aporte a la vida urbana. Ni hablar de aporte social o abrir las posibilidades para proliferar relaciones más ricas en el entorno…que entendiendo el contexto donde se lleva a cabo una propuesta de ese estilo suena más a chiste. Pero que la crítica sirva para entendernos. Cómo es que en Puerto Madero la urbanización tuvo un desarrollo y un crecimiento inusitado en sólo 10 años, y su vecina, la villa 31, ni siquiera rasguña el derecho a la ciudad para con sus habitantes?. Exponentes de los intereses de nuestros dirigentes, de los deseos de nuestra clases ricas: Sus torres y barrio como materialización de las cristalización que llevamos enraizadas los argentinos en cuanto al habitar de la ciudad y la propiedad privada’.
Este blog se dedica a exponer el lado más ruin y mediocre de la cultura y el arte; y en este caso Puerto Madero no escapa a formar parte de esta historia ya que la urbanizacion del barrio se hizo por medio de chanchullos y actos de corrupción que pagamos todos pero cuyo rédito económico -venta de terrenos y emprendimientos inmobiliarios junto a las ganancias que los mismos traen aparejados- quedo en manos de unos pocos. Sólo devolvió a la sociedad parques de alta calidad que por más de ser inaccesibles -por suerte- son ocupados durante los fines de semana por ciudadanos de otros barrios.
Pero su arquitectura es excluyente, y salvo contadas excepciones, de muy baja calidad. La torre Alvear tal vez sea uno de los mayores exponentes de la mentalidad retrograda de nuestras clases pudientes. Este es un edificio que, como la mayoría de los construidos en el sector, no conlleva ni un pensamiento ni una cr[itica arquitectónica: ni innovación material ni en los modos de habitar, ni relación con el entorno, ni coherencia formal ; y que como todos los edificios del barrio excluye y no produce ningún aporte a la vida urbana. Ni hablar de aporte social o abrir las posibilidades para proliferar relaciones más ricas en el entorno…que entendiendo el contexto donde se lleva a cabo una propuesta de ese estilo suena más a chiste. Pero que la crítica sirva para entendernos. Cómo es que en Puerto Madero la urbanización tuvo un desarrollo y un crecimiento inusitado en sólo 10 años, y su vecina, la villa 31, ni siquiera rasguña el derecho a la ciudad para con sus habitantes?. Exponentes de los intereses de nuestros dirigentes, de los deseos de nuestra clases ricas: Sus torres y barrio como materialización de las cristalización que llevamos enraizadas los argentinos en cuanto al habitar de la ciudad y la propiedad privada’.