Creo que una de las tareas de un futuro gobierno serio en la Argentina será la de cerrar y hacer desaparecer al Instituto del Revisionismo Histórico “Manuel Dorrego’ como un gasto innecesario y equivocado. Es decir, desde el Estado no se puede hace revisionismo histórico sino historia oficial, más allá de que el Estado se empeñe en hacernos creer que la suya es la historia ‘verdadera’. Este no es el rol del Estado sino de la Academia y debería ser asi. Digamos, sin ánimo de exagerar, que la deuda publica argentina que compromete las pensiones de los jubilados radica en el excesivo gasto publico y este es un ejemplo de gasto estúpido e innecesario. Ni siquiera gobiernos monarquicos absolutistas como el de Felipe III y IV en España tuvieron organismos dedicados a la propagando o, mucho menos, al revisionismo historico. Eso era algo que se dejaba a los cronistas de la corona (hoy, secretaria de medios) o a la Universidad.
Es por esto que creo que la partida del mal escritor e historiador (ficcional?) Pacho O’Donnell de la Presidencia activa del mismo es un hecho para celebrar. Por supuesto, esta noticia tiene que tomarse con pinzas ya que, ni mas ni menos, que el creador del INADI, Victor Ramos, es la persona que lo reemplazará.
Desde el Instituto Dorrego dijeron a DyN que O’Donnell “dejó la presidencia por razones de salud y para la realización de otros proyectos personales”, y la asamblea de miembros de la institución lo declaró “Presidente Honorario”.
La distinción apuntó “al reconocimiento a su incansable labor para la puesta en marcha e institucionalidad del organismo”, se indicó. Supongo que esa ‘incansable labor’ era aquello por lo que se le pagaba ya que esa era fundamentalmente su labor. J A T
