El pasado jueves 18 Marcelo Tinelli presentó un nuevo ritmo en el “Bailando” de ShowMatch, el femme style, un paso de baile en el que los hombres deben usar tacos altos. En la clásica previa y para contrarrestar una abrupta caída del rating, el conductor se calzó unos tacos especiales, ‘diseñados’ por Guillermina Valdez, y recorrió el escenario preguntándose cómo es posible que las mujeres aguanten horas sobre tales adminículos. Debemos tener en cuenta que Marcelo Tinelli es la misma persona que las obliga a bailar en esos tacos, corta sus tangas con una tijera y pone en peligro sus cuerpos haciéndolos hacer bailes y contorsiones para las que no están profesionalmente entrenados.
Lo cierto es que tanto la introducción al nuevo ritmo como las previas a cada uno de los bailes, estuvieron puntuadas por comentarios decididamente sexistas y homofóbicos, como no podía ser de otra manera tratándose de Marcelo Tinelli y que, como sabemos, son la proyección de sus verdaderas inseguridades que son tanto de indole sexual y social. Respecto de las primeras solo hace falta ver el modo en el que continuamente anestesia cualquier intento de autorreflexion mediante carcajadas, tapandose la cara o sencillamente drogandose.
Cuando estos intentos de ‘taparse’ metafórica o químicamente no son suficientes, acude a los tatuajes con los que literalmente se tapa el cuerpo y cuando este mecanismo no es suficiente intenta tapar lo que lo averguenza a base de dinero. Esto, desde ya, le permite crear toda una serie de pantallas al punto de usar instituciones como la AFA y la Ciudad de Buenos Aires como modos de expresión de su, siempre supuesta y nunca efectiva, ‘hombria de bien’. Digo esto porque mientras se estaba calzando los tacos diseñados por su esposa (“Gracias a mi mujer, a Guillermina, que me hizo estos zapatos espectaculares”), Tinelli recordó su reciente designación como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires: “Además me eligieron ciudadano ilustre. Hasta hoy”. Claro, lo que podría poner en peligro su ilustre ciudadanía son los tacos y no su largo historial televisivo discriminador y reproductor de los peores lugares comunes machistas.
La naturaleza de su amistad (y viudez? con Federico Rivero y los rumores de sexo penetrativo con Diego Simeone lo colocan en un lugar precario en el que cada vez se abren mas dudas respecto de su sexualidad. Si bien Videomatch era al principio un programa de hombrecitos aburridos y futboleros, hoy ha devenido en un programa de drogones y maricones multipenetrables. Quizá sea por esto que para tratar de que no queden dudas acerca de su sexualidad, Marcelo fue desgranando otras frases escogidas al aire: “Ya bastante el ridículo que estoy haciendo con esto” o “Parece que estuviera en unos zancos del Sarrasani” (Sarrasani fue un famoso circo de antaño). Ser gay para Marcelo Tinelli equivale a hacer el ridículo o ser un payaso. Por mi parte, se puede ir bien a la reputa madre que lo re mil pario. Ridicula es su hija gorda haciendose la modelito para Ricky Sarkany o su otra hija tatuada mostrando en Instragram las fotos de las tetas tatuadas que soñaría (y que algún día podrá) hacerse y saliendo con un homosexual como Nacho Viale, dando muestras de que la vida siempre se repite.
Y en la previa al baile de Pedro “Peter” Alfonso dedicaron un buen rato a bromear al respecto, señalando que por un tiempo van a tener que alejarse de las tribunas futboleras: “Por un par de semanitas no voy a ir a ver a Brown de Adrogué”, sostuvo Alfonso. Peter concluyó, en las antípodas de cualquier reivindicación igualitaria: “Ahora estoy deseando que se corte la luz en José Mármol y que no me vea nadie”. Es sintomático que los rumores de homosexualidad de Tinelli hayan ocurrido en esas mismas canchas a las que hace referencia y a las que, obviamente, le tiene tanto miedo. J A T
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