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COLECCIONISMO ARGENTINO EN EL CLOSET

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Un aspecto que he dejado de lado hasta ahora tiene que ver con la relacion entre la cuestion gay y el coleccionismo. Y habiendo llegado a este punto quiero volver al eje de nuestro debate original con el Calamar de Carlos Herrera en Benzacar para entender como funciona esta relacion mas que compleja (y yo diria ausente) entre el cuerpo y el arte en la Argentina actual. Segun entiendo, el arte se usa como escudo para esconder el cuerpo y no para ponerlo en juego. En este proceso, el arte se transforma en un lugar en el que se practica una suerte de intento de verdad que nunca llega. El arte argentino termina asi siendo manipulado por el mercado y sus coleccionistas y transformado en una suerte de lugar en donde cosas irreales pero que se presentan como mentiras ocurren.

Ruth y Mi Pene

Mi acercamiento al arte fue de la mano de Ruth Benzacar. Ella me pregunto: ‘Contame que te apasiona? Que te moviliza?”. En la mente reprimida del putifino que yo era a mis veinte primaveras, la pregunta me parecio demasiado libidinal pero el mundo del arte parecia ser un lugar en donde, segun yo imaginaba, se podia proyectar esa libido desplazada (gay en el closet) en algo mas. De hecho, mi primer relacion sexual gay fue tras un vernissage con un periodista de teatro que era el tipico gay que a mi me hacia tener miedo de salir del closet. Amigo de las viejas ricas, bigotito, petizo, pelado y viviendo en un departamento de un ambiente en Congreso y perfumado con Farenheit de Dior era el horror personificado pero me saco la virginidad gay asi que tiene su lugar en mi Panteon de Honor.

Let’s Go Outside! 

En esa epoca yo era asesor en el Congreso. No se rian pero todos tenemos que empezar en algun lado y me vestia en Key Biscaine y me cortaba el pelo tipo George Michael en ‘Don’t Let the Sun Go Down On Me’. En terminos del provincialismo vernaculo estaba bueno. Mauro Herlitzka, quien en ese momento era todavia un pujante coleccionista comenzaba su carrera de, como llamarlo, ‘figuracion’ usando la gestion cultural como herramienta de publicidad. Yo era funcional a su juego pero el tambien me servia a mi. Mi rol era, de algun modo, de nexo entre el, Ruth, Nelly Arrieta, el coleccionismo ‘elegante’, en general, y la barbaridad de la politica. En otras palabras, mi trabajo era de traductor entre dos mundos  que estaban creados para no entenderse.

Lo que nos unia a Mauro y a mi era ese caracter fluido, tipico de aquel que se mueve entre dos mundos.  El estaba en un lugar intermedio y muy inestable entre el gestor cultural y el coleccionista. Yo estaba entre el populismo y el elitismo. Sin embargo, esa inherente intersticial inestabilidad tenia que ver con no asumidas preferencias sexuales, al menos, de mi parte. Pero fue cuando entre a su oficina cerca de la calle Florida cuando vi parte de su coleccion y casi tuve una ereccion.  Es decir, sobre el habia un comandante Siquier que decia al visitante: ‘Aca coleccionamos arte joven Argentino’. A la izquierda una tremenda escultura de tamano natural llamada ‘Gino Coiffeur’ de Pablo Suarez en donde un tremendo chongo esta mostrando el trozo. Luego, Pombo y la delicadeza del monito y la cajita y el canutillo y la cosita Pombo que a Roberto Eschen le parece hoy que lo descalifica para conformar el canon del arte argentino. Es que hace falta un a loca canutillera para matar a otra loca (ya no, segun entiendo..tan…) canutillera como Pombo.

Volviendo a Mauro Herlitzka, una guirnalda de pollos interpenetrados colgaba del techo, firmada por Nicola Constantino que ya empezaba a robar y la lista seguia. Es decir, el visitante al entrar a ese espacio era atiborrado con imagenes de penes flacidos y parados, por un lado y por el otro por obras que representaban alegoricamente la espera del artista gay esperando el pene mas parado que flacido (este es el caso de Pombo, etc). A esto se debe sumar las algorias de la interpenetracion en cadena de Constantino. Para contrastar esto, Mauro elige la reafirmacion de su condicion escondida al colgar su monumental obra de Pablo Siquier. Vale tambien agregar que si se da un paso atras toda obra de Siquier parece un culo con las nalgas abiertas y mostrando el ano preparado para la penetracion asi que ni siquiera ahi la alegoria desaparece. Lo gay en el arte argentino de los 90 alcanza el nivel de ubicuidad.

El Secreto del Exito de Siquier

Es quiza el exito de Siquier para este tipo de coleccionista que nos permite avanzar en este tema. Siquier representa la retirada del cuerpo para no hablar de nada. Visualmente es una referencia ad infinitum al arte concreto y madi pero los cierto es que son imagenes de laberintos que no se bifurcan sin que se cancelan mutuamente. Son alegorias visuales de frustracion que bloquean la mirada y ese acto de vista nunca se trasnforma en vision. El arte de Siquier es el arte que le permite a un tipo como Mauro Herlitzka que sino se la traga anda bastante cerca; proyectar su deseos de penetracion homosexual alrededor de su oficina pero en el lugar central Mauro afirma casi con desesperacion que a el no se puede realmente llegar y, eventualmente, que el no es puto. Siempre recuerdo que en una comida en honor de la mitica directora de ARCO, la Asturiana Rosina Gomez Baeza, Laura Batkis me dijo: ‘Viste que Mauro tuvo una nena. Como le habra costado!’. Bitchy! Pero algo de racion tiene porque la ultima vez que lo vi fue el anyo pasado en ARCO y el foulard rosa que se puso es shockeante. Una amiga mia en NYC lo llama: El Hombre del Poncho Rosa. Not good.

Liprandi

La coleccion de Liprandi es aun mas especifica en este sentido. A los amaneramientos de Pombo y Benito Laren hay que agregarle una tematizacion del glory hole que ocupa una habitacion entera. El bano de servicio tiene una obra de neon que Hernan Marina le plagio casi directamente a Bruce Naumann en donde se representa el proceso de colocacion de un preservativo sobre un pene erecto. Luego un Thomas Ruff muestra un orificio anal (ver abajo). La tipica boludez doble de cuerpo de Constantino siempre presente y alegorizando el estar pero no estar y la mentira. El maravilloso San Sebastian de Pablo Suarez en donde un chongo se frota contra el poste y las referencias al sexo gay continuan ad nauseam. Cuando me sente para tomar un cafe le dije: ‘Sos gay?’ y ante mi sorpresa, dijo que no.

Ojetes de Mi Pasion

Un caso mucho mas obvio y reventado es Mr.Esteban Tedesco. En su casa la proliferacion de circulos de Gachi Hasper son de referencia obvia a los orificios predilectos de este coleccionista. Desde ya, no me refiero a sus dotes de supermacho buscando donde ponerla sino del puto saunero que esta sentado en el glory hole y espera un pene para saborear. Obviamente Gachi Hasper nunca se imagino que sus pelotudeces lobotomicas iban a ser usadas alegoricamente con ese tipo de especificidad. En la invitacion a la muestra ‘monografica’ de su coleccion, la que fue intitulada (ejem) ‘Objetos de Mi Pasion’ y que yo rebautizaria ‘Ojetes de mi Pasion’ o ‘El Objeto de Mi Chabon’, el famoso coleccionista vernaculo se muestra posando su ano un escritorio Napoleon III o Regency. Digo que el contacto es claramente genital ya que levanta apenas la pierna y abraza con sus nalgas el borde posterior y superior del mueble en cuestion. Detras suyo hay un negro con un avion (creo que Marcos Lopez pero poco importa) en donde el avion es un proxy de su enorme Jumbo miembro viril que doy fe son del particular agrado de Tedesco y digo esto porque hace un tiempo el salia con un negrito de similares caracteristicas llamado Aramis cuyo origen era el Brasil o algun pais ultramontevideano. La presencia de Siquier en ese esquema es, claro esta, obligada pero mucho mas sutil y lateral. Yo diria casi disuelta. En este esquema, Tedesco no necesita esconder nada con lo cual un Siquier es un laberinto pero el otro es un ornamento art deco que yo casi compro antes que el en un momento de pelotudez y falta de gusto de los que todos tenemos.

En sintesis, pareceria ser que hay una relacion directa entre represion homosexual y coleccionismo joven de los 90 y 2000. Es como que durante el menemismo se desarrollo un tipo de circuito del arte en el que gente como Herlitzka o Liprandi podia hacese las locas sin asumirlo totalmente. El caso de Tedesco es, segun entiendo, de loca desatada que acumula con la desesperacion de alguien que necesita otra imagen y otra y otra. Y si esto no es la estetica libidinal del chat gay, la verdad que no se que otra cosa puede ser. El problema es que esto  trasnforma al coleccionismo en un fetiche de la represion sexual de un grupo social que claramente no tiene el poder ni el prestigio suficiente para transformar el ‘ser gay’ en ‘cool’ y usa al arte para tapar su inseguridad ya no solo social sino sexual. Esto no es amor al arte sino al pete y es por esto que este tipo de colecionismo termino deformando el mercado y reduciendolo a un chiste. Creo que esta serie de reflexiones empieza a brindarnos algunas repuestas.

MIRA LA PASTELITICA



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