Queda más que claro que Entín es un pejerto, en terminos absolutos pero en terminos relativos, es bastante pillín. Estos clips sobre coleccionismo son una forma de captar al coleccionismo narcisista berreta local, supongo, para su galeria. Tienen pocos clicks por lo que supongo que la intencion es sacarles guita a ellos y no a los anunciantes. Respecto de los anunciantes sus Agendas de Gallery Nights no superan los 50 clicks. Mal, Entin! En otras palabras, el les dice a sus coleccionistas: ‘vos me compras sostenidamente y yo te pongo en mi programa para que muestres lo ‘rico y sofisticado’ que sos’. Por supuesto, ellos chochos.
Nos queda claro a todos que cuesta mucho ver entre todo el pajerio algo que se parezca (aunque sea de manera remota) a un coleccionista. Mariela Ivanier obtuvo todo por canje, Javier Iturrioz tiene dos mierditas, Gaby Werthein no tiene nada, el de la casa flotante no sabe la que compra, etc. Sin embargo, Milagros Perez captó mi atención y quiero detenerme un poco en su colección y su gusto.
La primer imágen, yo diría Palladiana por lo orgànicamente simétrica, con un sillón Chesterfield demasiado largo y con una piel encima resume las contradicciones inherente al sufridismo artsy porteño que Milagros viene a representar. Milagros se ve a sí misma como una concheta y privilegiada. Una suerte de Chanchorena de calles laterales…al fin y al cabo se llama Perez.
Al momento de definirse lo hace diciendo que es coleccionista y decoradora, al tiempo que se postula como paradigma del gusto pero, de pronto, zas!… ese monstruo de Milo Lockett con el que nadie podria seriamente convivir diariamente que se impone sobre todo lo que ella construye con su gusto pedestre. En esa casa Milo se traga todo como en un festin Bachtiniano Pantagruelico. Poner semejante bestialidad en ese salón deshace cualquier proclama que Milagros quiera hacer sobre gusto y coleccionismo ya que los cuadritos de los costados y hasta la dueña misma quedan apagados frente a semejante manifestacion de horror. En ese contexto, el aceptar dicha ‘presencia’ aparece como una suerte de manifesto personal en favor de una nocion heterónoma del ‘arte’ y el ‘coleccionismo’. Hasta acá estamos todos de acuerdo que la mina es un bochorno y no tiene ni idea de nada.
Sin embargo, al momento de elegir su obra favorita, elige una pintura deliciosa por su delicadeza a la que veo perfectamente en relación con ella. Su pintura favorita ES ella y, por si esto fuera poco, es significativa en terminos de su historia de vida. Ahi me ablandó y vi ‘la otra Milagros’, la que ama al arte y se permite verlo con sus propios ojos. Su marido tambien. Lo vio en ella y se la regaló. Habiendo dicho eso, esa pintura parece pertenecer a otra casa y la pregunta entonces estaría orientadas a las razones por las cuales Milagros se nos aparece como Dr.Jekyll and Mr.Hyde del coleccionismo vernaculo. En otras palabras, quién es Milagros? Supongo que la respuesta está en ese muy Perez querer ser lo que no se es, el no ser fiel a lo que a uno le gusta para definir ‘el propio gusto’ y al momento de definir la compra, escuchar al super-yo social en lugar de ir con el instinto (previa formacion).
Milagros es, sin dudas, una amante del arte pero le falta formación, sistematicidad y alguien que le enseñe. Ruego a Dios que Milagros lea esto y se subscriba a La Hora de la Pastela porque está hecha para gente como ella. Con buenas intenciones pero mal asesorada (por las galerias y analfas como Entin, principalmente). Just a thought.
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