Yo conozco a Mauro Herlitzka desde hace ya casi veinte años y es uno de esos tipos que uno saben quienes son. La máscara de Mauro fue cambiando en el tiempo. Hace veinte años se mostraba en el Senado de la Nacion para la gestión de la ley de mecenazgo como el gran mecenas argentino. Luego, fue el ortodoxo padre de familia y mano derecha de no menos que la heladera (literal y metaforicamente) del arte argentino, me refiero a mi querida amiga Nelly Arrieta de Blaquier. Luego fue el ladero de Eduardo Costantini pero dos divas bajo el mismo techo eran imposibles de sostenerse con lo que comenzo la aventura de PINTA y dios sabe cuantos negocios en el medio.
Como art dealer a mi me ofreció cosas através de su amigo Henrique Faria. Henrique me cae muy bien pero todo es muy caro y pretencioso. Todo lo que se negocia ahi presupone un mercado internacional para el arte latinoamericano como el que existīa hace siete años y ese no es el caso. Yo y mis clientes perdieron plata con el mercado latinoamericano, para darles una idea.
Sin embargo, el nucleo básico de lo que Mauro quiere ser no es ni el Tate boy wannabe ni el art dealer international sino el nene estudioso de quien mamá está orgulloso. Es que todos crecemos hasta donde podemos pero en algun punto somos lo que fuimos y siempre seremos. La Fundacion Espigas es un proyecto interesante que ya deberia estar digitalizado y disponible en internet pero, esta claro, que es un proyecto lateral de Mauro que le permitió acceder a otros lugares pero la energia definitivamente no esta puesta allí.
Siempre fui un espectador positivo y valga la redundacia, espectante de la Fundacion Espigas que, en si misma, es una idea maravillosa. El problema es que es mitad acervo documental y la otra mitad es acervo potencialmente comercial y aqui viene el problema. Si miran el video adjunto (del maravilloso acervo de pavadas de Entin y el coleccionismo) se le pide a Mauro Herlitzka ‘coleccionista’ elegir su obra favorita. Mauro tiene algunas obras interesantes como el Gino Coiffeur de Pablo Suarez, Siquier y Pombo. Tiene las gallinas colgando como guirnaldas de Nicola Costantino que no son interesantes pero son paradigmaticas de toda esa pelotudez Benzacarina. Ahora bien, cuando Mauro elige el documento de renuncia de Pablo Suarez al Di Tella como ‘su obra favorita’, la Fundacion Espigas empieza a sacudirse como proyecto desde sus cimientos.
En primer lugar, por mas que Pablo Suarez haya indexicalmente nominado esa carta como una obra, esa carta es una excepcion en la carrera de ese artista que no puede ser tomada seriamente como obra. Pablo Suarez no era un artista conceptual y un conocedor no puede excoger esa obra a no ser que su intencion sea la de construir identidad atraves de la diferenciacion basada en una suerte de cripticismo estetizante o lo que en mi barrio se llaman tics de loca mala. Punto y aparte. Just a thought.
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