Cuando hace unos meses, se le otorgaba a Franco Vico el Premio ‘Faena Arts Center Total Viste?’, el mundillo del arte argentino miró a todo este evento con criollo desdén. Yo no. Tanto Franco Vico como Alan Faena estaban llevando hasta las últimas consecuencias la lógica de la ‘des-producción’ artística fomentada por el sistema de premios y becas de por ejemplo, la Beca Kuitca. Para aquellos que no están al tanto del proyecto de Vico, en sus propias palabras:
‘La Fundación Vairoletto (…) ha logrado sustraer 75.000 dólares americanos Premio Faena a Las Artes 2012. Siendo fieles a los principios del bandolerismo social, destinaremos el 75% a la financiación y producción de 25 obras a través del Premio Fundación VAIROLETTO a las Artes y el resto al desarrollo y crecimiento de la Fundación’
En el contexto de las discusiones que hemos venido teniendo en torno de lo que he dado en llamar Arte Chongo post 2010, las producciones de Luciana Lamothe, Sandro Chaille, etc, se puede concluir que durante los últimos cinco años, el arte argentino (de galerïas ‘cool’) da un paso al costado de cualquier debate modernista (y artístico) y se lanza a un tipo de arte que sólo tiene sentido en tanto maximizador de la exposición y el espectáculo. En el mundo del entretenimiento la lógica que impera es la de máximo efecto al mínimo costo. Si a esto lo combinamos con la realidad de perpetua inestabilidad económica y multi-devaluaciones encubiertas, vemos que estaba, entonces, en la genesis del tipo de arte promovido por la Beca Kuitca, por dar un ejemplo, la desmaterialización de la obra de arte ya no como performance (que es efímera) sino como obra no objetual (un concepto que se pasa de boca en boca o simplemente, se anuncia). Este tipo de obra, como discutiremos en otro momento, atrae particularmente a Faena en ese sutil balance que el corporiza entre el narcisismo psicopático y el mundo de la publicidad.
Lo que quiero decir es que el proyecto de Franco Vico, desde el punto de vista de su relación con el Faena Arts Center tenía sentido sólo como concepto. Cuál? Vico recibiría 75.000 dólares, se guardaría 20.000 y repartiría el resto. Cómo? No importa. Y digo que no importa aún si estuviera contractualmente estipulado. Se supone que es Vairoletto despues de todo. Y digo que esto es irrelevante porque el premio se dio no a un proyecto sino a un concepto. Qué concepto? La redistribución del premio ‘burgués’ entre un grupo de ‘artistas pobres’. Es por esto que al momento que Faena termina siendo el espacio en el cual se hace un segundo proceso de selección basado en, queremos creer, un criterio de excelencia y competición, Faena deshace lo que había hecho y Vico demuestra no entender las razones por las que había ganado el premio. Como demostraré en el próximo artīculo esto es aún mas grave que esto.
En tal sentido cabe preguntarse si el bandido de la decada del 20, Juan Bautista Vairoletto hubiera aceptado proceder a una selección y curación antes de redistribuir el dinero obtenido o si Robin Hood mandaba a un grupo de trabajadoras sociales a evaluar las necesidades de Sherwood? La pregunta entonces es por qué Faena pone en juego su reputación al exponerse al papelón que muy posiblemente tendrá lugar el día de mañana en donde obras de muy bajo costo serán expuestas en un espacio más apropiado para ser utilizado como hangar que como museo. Esta exhibición más que promocionar a estos artistas los destruirá. En primer lugar, porque la arquitectura, el espacio, el area y el concepto conspirarán contra su ‘pobreza’. La pregunta es entonces…sobrevivirá el Faena Arts Center a esto? Mejor aún, le interesa a Alan Faena que el Faena Arts Center sobreviva despues de la decisión de Cristina Kirchner de proceder a un blanqueo irrestricto de capitales? Just a thought.
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