La muerte del fiscal Nisman ha puesto sobre el tapete el patetismo (y estoy usando la palabra de manera literal) de la política argentina. Hoy a la mañana, la diputada del PRO Laura Alonso publicó la siguiente captura de pantalla, en la que muestra cierto grado de familiaridad de trato con el difunto fiscal quien, supuestamente, la mantenía al tanto de los avances en su investigación. Si bien la muerte del fiscal demuestra la politización extrema de los servicios de inteligencia, lo que la captura de pantalla de Alonso demuestra es la politización extrema del ministerio público. Dicho de otro modo, qué hacía un fiscal de la Nación poniendo al tanto de sus avances a un diputado nacional? Esto haber toda una serie de interrogantes respecto de los modos de articular el poder en el Poder Judicial, por parte del gobierno Kirchnerista pero TAMBIEN por parte de la oposición.
Respecto de la captura de pantalla, la diputada Alonso dijo, en Facebook, lo siguiente:
‘Un fiscal de la Nación ha muerto en democracia pocos días después de denunciar a la Presidenta por negociar la impunidad de los casados iraníes por el atentado a la AMIA.
Son horas difíciles para la Argentina pero de un gran valor para el futuro. Ya nada será igual si apostamos al Estado de Derecho, al poder limitado y a la transparencia.
Hace un año Alberto Nisman se acercó a mí después de leer una opinión que publiqué en La Nación sobre las mentiras de Timerman respecto del tratado con Irán. Me dijo que tenía una pista que podía llevar a entender por qué habían firmado ese adefesio jurídico e inmoral con los acusados del atentado terrorista más importante de nuestra historia. No me dio detalles. No podía: era cuidadoso y riguroso.
Periódicamente hablábamos de la causa AMIA y del impacto que el memorándum tenía en su investigación. Él lo describe bien en su última denuncia.
El lunes 19 iba a venir al Congreso. El viernes anterior me escribió “voy con todo!!!”. Estaba comprometido y entusiasmado. Sabía que la situación era de gravedad institucional extrema y quería que todo lo que denunció no fuera verdad por el bien de la República.
Nisman hizo su trabajo: los fiscales molestan al poder. Cumplió con el mandato que la daba la Constitución Nacional. La muerte lo encontró en circunstancias que no logro comprender dos días más tarde.
Que su muerte no sea en vano. Ese es mi compromiso con él y con el futuro’
Hay algo siniestro en el modo en el que la diputada Alonso usa los social media para jactarse de su relación personal con Nisman a los fines de capitalizarla políticamente. Hay algo impúdico en el modo en el que esta carta es jugada pero tambien, demuestra la falta de transparencia de los mecanismos de poder hacia un lado y hacia el otro. J A T
MIRA LA PASTELA DE ROBERTO JACOBY Y TUCUMÁN ARDE
