Algo que caracteriza al nuevo director del MALBA es su mal gusto en materia de hombres y su adscripción a los postulados del mainstream del arte internacional de ferias de arte. Ex amante del artista Hernan Marina y ex director del MUSAC, Agustin Perez Rubio pertenece a ese grupo de gorditos gays con infulas hipsters que parecen haber acaparado ciertas instituciones del arte latinoamericano (‘de moda’). Con mucho en común con Pablo León de la Barra y Cuahutemoc Medina, Agustin Perez Rubio es un broker de las ultimas tendencias en el ‘mercado internacional del arte’ y todo lo que toca tiene un perfil reconocidamente comercial. Es decir, segùn el cheque que se le de, los nombres cambiarán pero todos son más o menos obvios. Para eso fue contratado por Eduardo Costantini y, supongo, que desde ese estricto punto de vista hará un razonable trabajo. El problema con este tipo abordaje curatorial es que, como siempre en la Argentina, llega, al menos, dos años tarde. Con la moda pasa lo mismo. Mientras el MOMA ya parece querer dejar atrás su obsesión por el arte de performance para abrazar nuevamente la pintura (me refiero a la muestra ‘Forever Now: Contemporary Painting in an Atemporal World’ curada por Laura Hoptman en el MOMA), Perez Rubio empuja al MALBA hacia atrás convenciendonos a todos de que, en realidad, lo está empujando hacia adelante.
Es por esto que la temporada de exposiciones comenzará en marzo con ‘Experiencia Infinita’, una muestra de ‘live’ (sic) performance. Hay algún otro tipo de performance que no sea ‘live’?. Los artistas convocados constituyen un verdadero catálogo repetido de los mismos nombres iterados una y otra vez en toda feria de arte internacional o museo periférico (fundamentalmente en paises de la periferia que quieren parecer que estan al tanto de lo que pasa en el centro). Entre los artistas convocados están Elmgreen & Dragset [Michael Elmgreen (Copenhagen, Dinamarca, 1961) e Ingar Dragset (Trondheim, Noruega, 1968)] , Dora García (Valladolid, España, 1965), Roman Ondák (Zilina, Eslovaquia, 1966) Diego Bianchi (Buenos Aires, 1969), Pierre Huyge (París, 1962), Allora & Calzadilla [Jennifer Allora (Philadelphia, USA, 1974) y Guillermo Calzadilla (La Habana, Cuba, 1971)], Tino Sehgal (Londres, UK, 1976, vive en Berlín) y Judi Werthein (Buenos Aires, 1967), entre otros. Esta muestra tendrá lugar simultáneamente con la Bienal de Performance -de la que tres meses antes, sorprendentemente aún no hay detalles- y que será dirigida por Graciela Casabé, durante mucho años directora del Festival de Teatro de Buenos Aires.
Dos problemas pueden percibirse de entrada y tienen que ver con el rigor, como decirlo, académico de la investigación del arte de la performance. De los artistas convocados, casi ninguno de ellos es artista de performance sino que son mas bien artistas instalacionistas que incluyen algún tipo de performance en la instalación. La única excepción es Tino Sehgal. En el caso de Elmgreen & Dragset, ambos arman ambientaciones que cuestionan (como si aun hiciera falta seguir haciéndolo) la institución del museo. Allora y Calzadilla, por su parte, hacen esculturas, objetos y ambientaciones que, en todo caso, pueden incluir algún aspecto performativo.. Diego Bianchi hace lo mismo y los ejemplos pueden continuar ad infinitium. Al momento de definir los ‘objetos’ a ser mostrados, Perez Rubio habla de ‘esculturas vivas’, etc. Esto demuestra la falta de voluntad de poner la institucion del museo al servicio de una verdadera y coherente investigación de la disciplina de la performance.
Déjenme ser más específico, la performance es una forma artistica mediante la cual se crean las condiciones para que algo real ocurra. La performance está compuesta por una serie de reglas que permiten que algo no regulado emerja. Es por esto que resulta risible que una directora de teatro como Casabé sea la directora del Festival de Performance ya que esta es lo opuesto al teatro. Mientras el teatro tiene un libreto, un director y el actor actúa algo ‘falso’, la performance genera reglas para su desregulación a los fines de generar algo auténtico. Habiendo dicho esto pasemos a la segunda muestra.
La segunda muestra anunciada es el homenaje a Rogelio Polesello (Buenos Aires, 1939 – 2014), proyecto que se inició hace dos años. Es un homenaje o una retrospectiva? Luego de una exhaustiva investigación y catalogación de su archivo personal, esta muestra reunirá una selección de más de 80 piezas históricas (realizadas entre fines de los años 50 y los años 70) y documentos que mostrarán la original contribución del “joven Polesello” al arte óptico de la región y su adscripción a la tríada arte-diseño-industria. Esto es necesario e interesante. En LANP estaremos atentos.
Del Museo Tamayo de Mexico, se presentará Una historia de negociación , exposición curada por (otro de los gorditos gays del mundo de la curación del arte contemporáneo) Cuauhtémoc Medina. Dicha exposición estará dedicada a la producción de la última década del artista belga-mexicano Francis Alÿs (Bélgica, 1959). Se exhibirán tres series: Tornado (2000 – 2010), Don’t cross the bridge before you get to the river (2008) y Reel – Unreel (2011).
En Sala 3 (nivel 1), comenzará un programa especial a largo plazo, en el que Pérez Rubio pretende valorizar a aquellos artistas cuyo trabajo no tuvo, según él, el debido reconocimiento en su época y en la historiografía del arte. El problema surge cuando se anuncian los nombres de los artistas a ser revalorizados ya que este año se realizarán tres exposiciones dedicadas a Annemarie Heinrich (Darmstadt, Alemania, 1912 – Buenos Aires, 2005), Teresa Burga (Iquitos, Perú, 1935) y Claudia Andujar (Neuchatel, Suiza, 1931.Vive y trabaja en Brasil desde 1954). Esto ya de por sí dá para pensar ya que ni Heinrich ni Anjujar carecen de reconocimiento y ambas son parte de la colección Costantini. Se trasparenta, en este sentido, la intención de valorizar la colección privada de Eduardo Costantini, en lugar de a aquellos artistas verdaderamente olvidados o a los que, por diferentes razones, no se les ha prestado la suficiente atención. Además, resulta interesante que de los tres artistas a ser revalorizados como latinoamericanos, uno nació en Alemania y el otro en Suiza. Lo mismo se aplica para Francis Alys quien es un belga trabajando en Mejico. El mensaje del MALBA parece ser que si un artista es nacido en Latinoamerica, está en inferioridad de condiciones para ser considerado como ‘artista latinoamericano internacional’. Hay algo racista en este tipo de curación o me parece?
En Sala 1 (nivel -1), MALBA invitó a una serie de jóvenes curadores argentinos a realizar una propuesta ligada a la idea de performance. Esto va a ser para alquilar balcones. Ya la palabra ‘curador’ me pone de mal humor. Si le agregamos ‘jóven’, ya la autojustificación se vuelve casi insoportable. Es por esto que no sorprende que el primer proyecto a ser presentado sea una terrible boludez. Me refiero al proyecto de Laeticia Mello con Osías Yanov (Buenos Aires, 1980), que se inserta en las investigaciones recientes del ‘artista’ sobre el lenguaje de acción a partir de la relación escultura y cuerpo. Repito: ‘el lenguaje de acción a partir de la relación escultura y cuerpo’. Bajo estas coordenadas, un tipo caminando en una sala del MALBA puede ser fácilmente considerado ‘una problematización de la relación del cuerpo como escultura en el ámbito museístico a partir de los principios de la acción’. Es en este sentido en el que la supuesta mirada interdisciplinar y a futuro de Perez Rubio resulta conservadora y profundamente aburrida.
Por supuesto, serán infaltable los videos con temas politicos presentados como ‘arte’. Memorias imborrables. Una mirada histórica sobre la Colección Videobrasil y Potestad del artista portugués Vasco Araújo (Lisboa, 1975), harán foco en la agenda política, con temas como postcolonialismos, género e identidades culturales. Ground breaking!
Ahora bien, el cierre del año se hará con lo que considero una tragedia y es la curadora Chus Martinez revisando al famoso huevo del artista Federico Peralta Ramos (1939) ‘Nosotros Afuera’ (1965), que será recreado para la exposición. Esto da para mucho y es la confirmación de no saber cómo presentar el conceptualismo argentino y su consecuente desmaterializacion de manera coherente. Esto vale tanto para Macri y el emplazamiento del huevo en la Plaza San Martin para lo que hada Chus Martinez. Ese huevo es relevante en tanto que fue oportunamente destruido por no poder pasar por la puerta del Di Tella. El mismo fue una acción efímera y no suponía tener ningún valor en tanto objeto. Creo que es obvio. Es un huevo, después de todo.
Para confirmar el perfil de galeria del MALBA, se presentarán dos proyectos que los curadores esperan que tengan un alto perfil. En marzo, La democracia del símbolo , obra site-specific de Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973) quien ya no teniendo ninguna relevancia internacional vuelve a la Argentina con la cola entre las patas repitiendo lo mismo una y otra vez. Parte de la compra de la obra de Jeff Koons para el atrio de uno de los emprendimientos inmobiliarios de Eduardo Costantini y confirmando que el MALBA es una extension comercial de los intereses de este empresario. Es por esto que Koons mostrará la obra obra Bailarina (Ballerina, 2015) en septiembre. Más de lo mismo.
Respecto de la obra Volumen de Sergio Avello (Mar del Plata, 1964 – Buenos Aires, 2010), realizada especialmente en 2007 para la explanada y luego adquirida para la Colección MALBA, se trasladará a fin de mes a la fachada del Museo de Arte Contemporáneo de Mar Del Plata (MAR), ciudad natal del artista, debido a las quejas de los vecinos de la Avenida Libertador por ruidos molestos y luces. Avello era marplatense y tiene sentido que la obra vaya al museo del MAR. Vale decir que emplazada enfrente del mar va a durar como máximo un año antes de oxidarse y terminar en la basura. J A T
