El monumento a Juana Azurduy, que reemplazará al de Cristóbal Colón en la plaza homónima detrás de la Casa Rosada, está terminado y listo para ser trasladado y por lo poco que se puede ver el resultado es escabroso. Las imágenes femeninas en la base son cancerígenas y, de cierto modo, representan los ideales de autolimitación establecidos por el gobierno K.
Si bien todavía no hay fecha definida para el traslado se habla del 12 de julio como posible día. “Está a disposición de los mandatarios que le encuentren la mejor fecha de inauguración, fundamentalmente queda a disposición de Evo Morales. Desde mi punto de vista, la mejor fecha es el próximo 12 de julio, Día de la Confraternidad boliviana argentina y cumpleaños de Juana Azurduy. Logísticamente no habría inconvenientes de realizar el traslado para esa fecha”, explicó Andrés Zerneri, el escultor al que se le fue adjudicaba la obra sin concurso ni jurado.
Vale decir que a lo largo de la historia, este tipo de encargos requieren de un jurado que evalúe la calidad tanto formal como iconográfica de la obra. En este caso todo parece haber sido hecho de apuro y el único que está a cargo de los aspectos estéticos parece ser Zerneri.
Por su parte, en el gobierno nacional no hay fecha oficial para el traslado de la destruida estatua de Colón al espigón del Puerto Argentino, en la Costanera Norte. La escultura de Colón sigue en restauración a cargo del escultor y taxidermista Domingo Tellechea, desde julio de 2013. El torso del navegante genovés yace en una carpa dentro de la plaza, justo al lado del nuevo pedestal donde ubicarán a Juana Azurduy. Tellechea, que fue convocado por la Universidad de La Plata, también lleva adelante el reacondicionamiento del resto de las esculturas que rodeaban al monumento, las cuales buena parte ya fueron restauradas y están dispersas en todo el espacio, protegidas con lonas para que no vuelvan a deteriorarse.
La obra civil para emplazar a Colón en el espigón del Puerto Argentino está paralizada, según indicaron en el gobierno porteño. “Ya no quedan trabas judiciales. En el Ejecutivo planean que el traslado del Colón se ejecute el 12 de julio; sin embargo, la logísitica está demorada”, explicó Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos porteño. Vale decir que este tipo de traslado no se puede hacer en un día sino que requiere de un proceso mucho más largo. Los trabajos de emplazamiento del monumento de Colón requieren un sistema de pilotes con una losa de cemento que soporten las 600 toneladas de mármol. Sin estos refuerzos, la estructura se podría hundir.
“Después de un largo tiempo de trabajo, la estatua, finalmente, está terminada. En los últimos meses estuvimos trabajando en la parte estructural de la obra, ya que los detalles estéticos ya estaban listos desde hace tiempo”, explicó Zerneri.
La escultura está realizada íntegramente en bronce y una vez emplazada será la más grande de ese material en el país. Mide nueve metros de alto y con el pedestal, alcanzará los 16 metros. Será de color verde pompeyano, como la cúpula del Congreso Nacional, pero recién será pintada una vez que esté de pie en el lugar que le asignó el gobierno nacional. El monumento fue donado a la Argentina por el presidente de Bolivia, Evo Morales, y tuvo un costo de un millón de dólares que es un costo ridículamente bajo para un encargo que será emplazado en uno de los lugares más importantes de la ciudad. Hasta que se confirme la fecha del traslado de la estatua a la plaza Colón, la obra seguirá resguardada en los galpones en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
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