Es bien sabido que a Franco Vico le gustan las gordas. El es lo que en el mundo anglosajón se conoce como un ‘chubby chaser’. Según me contaron mis contactos arrepentidos de la ‘Mafia Rosarina’, Vico se mudó hace unos años a Buenos Aires desde Rosario en donde había conocido a la gorda Aymará. Cachas van, cachas vienen, ambos tortolos se mudaron juntos. El tema es que una vez mudados a Buenos Aires, Aimará leyó por error un email en el inbox del ganador del Premio Faena y cápita de la Fundación Vairoletto que provenía de una señorita de carnes magras. Una semana despues, Franco Vico había despachado a Aymara y ingresado a la flaca, sin previo aviso.
Como vemos, Vico no es solamente un garca cuando del Premio Faena hablamos sino que anda garcando por la vida. Vico, querías amarillismo? Acá tenés! La proxima vez pensá dos veces cuando llamas al maravilloso medio loveartnotpeople…. amarillo!
NO SEAS CHUBBY CHASER, SUBSCRIBITE A ESTE BLOG
