Rodrigo: Veo que para vos el tema de los pezones es un tema importante. En tu colección ‘Brutalismo’, la exhibición de ellos se transforma en una suerte de exaltación (por oposición) del modo en que la sociedad parece autorizar a la tetilla del hombre (en la playa o en la pileta) y al mismo tiempo reprimirla (a través de la moda). Esto último que planteas de pellizcar los pezones es algo muy gay, más específicamente, muy gay argentino. Y me interesa que hayas sacado el tema del matrimonio igualitario porque es uno de esos ejemplos en los que uno ve que la Argentina en materia de apertura mental es muy contradictoria. Ahí podemos empezar a entender la reacción a las primeras imágenes de tu colección en el blog. Avila y SAMO inmediatamente se colocaron en un lugar muy personal: ‘Yo no me lo pondría’. Ambos evitaron la distancia estética aún siendo dos estetas. Que dice esto del hombre argentino y su relación con el cuerpo (desnudo y vestido)?
Pablo Bernard: No es que sea más o menos importante para mí como zona erógena, pero si es muy tentador el provocar exhibiendo dicha parte. Pocas partes del cuerpo generan que su exhibición sea de alguna manera tabú y a la vez que dicho acto no sea, llamémoslo, contra la ley. Nadie te va a llevar preso por mostrar los pezones en público, pero seguramente tampoco pases desapercibido. Como lo dije antes, HL lo hizo hace 10 años, de manera muy casual. Yo retomo el gesto de una manera más “Brutal”, en una época donde más de uno se está planteando aprovecharse de esas grietas entre lo tabú y lo no tan tabú. El brutalismo, en su sentido de franqueza material: si no es contra la ley, porque no mostrarlo? Es el camino más directo hacia el sentido funcional-simbólico actual de la moda, captar la atención de cada vez más público, en mi caso, con recursos medianamente originales que tengan que ver con el perfil de identidad de la marca.
Respecto a la segunda parte. “…que dice esto del hombre argentino y su relación con el cuerpo (desnudo y vestido)?”
Dice, que ciertos tabúes, para bien o para mal, siguen al corriente. Sobre la colectividad gay, como minoría, comunidad y colectividad, uno entendería que estaba invitada a perpetuar un canon de militancia, radicalidad, y rebeldía. El bregar por el matrimonio igualitario anula esa pulsión contracultural, bajo todo concepto. El matrimonio es una de las instituciones capitalistas más conservadoras. Estuvo mal apoyarlo? no lo sé. Yo me incliné personalmente a pensar que estaba bien tener el derecho, pero no utilizarlo; me puedo casar, pero decido no hacerlo. La realidad es que en un futuro, todos vamos a poder adoptar, y disfrutar de todos los derechos que se nos ocurran, y seguramente aparezcan “nuevas” minorías que tenga que luchar por estos nuevos derechos y muchos más. Pero también es verdad que así como yo estoy cómodo con el horizonte de evolución social lógico de occidente, haya gente que quiera accionar derechos, burgueses o no burgueses, ya y ahora mismo.
Samo y Avila, a quienes vos consideras como dos estetas, seguramente porque sabés quizás algo más sobre ellos. A mi no me queda más que aceptar ese juicio ateniéndome a lo poco que he leído de lo mucho que escriben en este blog. Reaccionan de esa manera porque quizás la discusión sobre diseño, o moda, como quieras llamarle, no les debe ser tan familiar como la de arte contemporáneo. Se sienten obligados a ser juiciosos, y apelan a un sentido común muy personalista, valga la redundancia. Decir, “no me lo pondría”, es como si frente a un debate sobre Nahuel Vecino yo te dijera “no me gusta, no lo colgaría en casa”.
La discusión sobre arte, en este blog, y en muchos otros escenarios, se debate entre “estetas”, que pueden no ser compradores, coleccionistas del mismo. Muchas veces en la discusión de moda es inevitable que se comienza a debatir desde el rol de usuario, lo cual, si no evoluciona, se vuelve un tanto estéril. Y en este caso, en este escenario donde se cruzan los debates, pero en donde los comentaristas muchas veces son los mismos, quizás debamos entender que los estetas han devenido en personajes un tanto conservadores en el vestir. Yo en lo personal, soy muy conservador en el vestir, pero no en la manera en la que pienso, cuestiono y/o me gusta debatir los pormenores de esta industria.
Quizás también es importante entender que el grueso de los gays argentinos son un tanto conservadores.
Rodrigo: Vamos por parte porque estamos discutiendo tres temas que me parecen fundamentales. El primero y el segundo tienes que ver con el blog. Estoy totalmente de acuerdo con lo que decís. Ayer alguien dijo que referirse a la moda como ‘eso no me lo pondría’ equivale a decir ‘no colgaría ese cuadro en mi casa’. Personalmente creo que esa reacción es válida. Yo creo que, en el fondo de tu reacción, hay un desplazamiento muy interesante de lo que hacés vos hacia un espacio que podríamos definir de ‘legitimación estética como algo autónomo’ o ‘arte’.
Y esto debería ser puesto en el contexto del ‘facilismo’ con el que la mayoría de los artistas encarar el trabajo artistico. En términos de diseño, esfuerzo e idea, lo tuyo califica como algo más artístico que el 70% de las cosas mostradas en las galerías comerciales mas importantes de Buenos Aires en el ultimo año. Tus fotos publicitarias por sí mismas puede calificar de arte y reclamar cualquier premio en BAPhoto. Eso no lo digo para halagarte sino para ponerte en el contexto de la bosta que tenés alrededor.
Digo esto porque si bien tus remeras parecen faciles de hacer, es muy difīcil cortarlas de manera tal que queden en su lugar. Vos me mandaste una de esas abiertas en la espalda y salvando las distancias y edades, me queda barbara. Esto tiene que ver con hacer que las cosas difíciles parezcan faciles de hacer y el arte ha llegado a un lugar en el que es totalmente lo opuesto. Tiran un vomito en el medio de la sala y lo transforman en lo mas divicil de hacer (y ver) que existe. Yo tuve discusiones con artistas que me acusaron de retrógrado porque les pedí que me hicieran un dibujito para yo saber si saben pintar o no. Mis dos últimos A Calzon Quitados a Somaschini y Huidobro son muy sintomáticos, al respecto.
Por otro lado, creo que lo que en moda se ha dado en llamar ‘diseño de autor’ va en camino de esa simplificación que ha venido ocurriendo en el arte y es ese el terreno en el que lo que haces vos reclama un lugar de ‘vanguardia’. Ese es un lugar muy similar al que el arte ha venido reclamando durante el siglo XX. Ese lugar de ‘frente de la estética y autonomía agraves de la legitimación de una elite’ es el lugar histórico del arte. Es por esto que es muy interesante que los artistas (anonimo/Avila) sean los que te hayan corrido por derecha.
Respecto a Avila y Samo como ‘estetas’. Creo que lo son. Sin embargo, algo que un espectador, critico y connoisseur siempre hace es usar los objetos o procesos discutidos (obras de arte) como vehículos para realizar su propias proyecciones psicológicas y creo que eso no esta mal. Es más, creo que ese es el objetivo del arte como espejo de nuestra ‘humanidad’. Eso en Samo es obvio y se manifiesta a flor de piel. Samo reacciona o bien colocándose por encima del problema mediante la indignación o dando consejos. En caso contrario, reacciona trivialisando lo que no entiende (‘eso no es para machos como yo’). El encanto de Samo es que siempre vuelve sobre sus propios pasos y es muy generoso con lo que sabe y creo que, en el blog, él es la vos del dandy criollo. Respecto de Avila, yo creo que es un extraterrestre o algo asi. Yo creo que Avila es un ser iluminado que sigue buscando un canal de expresión y quizá nunca lo encuentre en esta vida. Yo creo que Avila estuvo cuando las pirámides fueron construidas y sigue dando vueltas por acá para mostrarnos el camino o algo asi…. Lo que quiero decir con esto es que si ves por ejemplo mi lectura de la obra de Alfredo Prior en mi ultima Pastela, hay mucho de proyección personal pero, sorprendentemente, fue una de las Pastelas mejor recibidas. No creo que se pueda mirar arte sino es a través de uno mismo. Y eso, claro está, demanda huevos. Yo no habría podido hacer la Pastela de Prior sin primero decir: ‘hola país, soy un adicto en recuperación’.
Ahora bien, hablemos del conservadurismo en el vestir. Cada vez que voy a Argentina tengo que ajustar mis ojos durante una semana a la falta total de color y forma en la ropa de la gente. Yo creo que si les das bolsas color mierda, se la ponen para no mostrar ni la figura ni su estado de animo. Que pasa con los Argentinos y ese rechazo a seducir y estar lindos?
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