COMO USTEDES SABEN, LES PEDIMOS A AQUELLOS ARTISTAS QUE ESTUVIERAN INTERESADOS EN CURSAR EL SUPERINTENSIVO DEL 6 Y 7 DE JUNIO, QUE HICIERAN UN BREVE ANÁLISIS VISUAL DE ‘LA CENA EN EMMAUS’ DE CARAVAGGIO Y QUE NOS MUESTREN SU OBRA. ESTO ES LO QUE TIENE PARA DECIR Y MOSTRAR RAMIRO PASCH:
RAMIRO PASCH DICE:
Aclaración: Todas las referencias formales se realizan de acuerdo a las tradiciones y teorías estéticas del mundo occidental.
Análisis formal de la obra “La Cena de Emaús”, de Michelangelo Merisi da Caravaggio. Se hará un relevamiento de los elementos formales que componen la pintura y su efecto directo en los ojos del espectador; en otras palabras, se explicará por qué esta obra ofrece un alto grado de dinamismo y movimiento dentro del plano.
La obra tiene unas dimensiones de 140 cm × 197 cm. Esta proporción da como resultado una obra inscripta en un rectángulo, orientado de manera horizontal. Esto, es decir, una base visiblemente más ancha que la altura, sugiere cierta calma en el ojo del espectador, puesto que una mayor extensión lateral (no vertical) se relaciona con el cuerpo del hombre en reposo.
De la escena puede decirse que hay cuatro figuras en torno a una mesa. Desde el primer momento el espacio se construye de manera tridimensional (ilusoria, claro) a través de numerosos y complejos mecanismos, a saber: en primer lugar, el punto de arranque de las figuras en el plano; el primer personaje se ubica en la esquina inferior izquierda, el segundo ligeramente más arriba (aunque en el extremo derecho), el tercero en el centro y todavía más arriba, y el último (el más “lejano”) más arriba aun, en la esquina superior izquierda. En segundo lugar, y esto viene a reforzar lo anteriormente dicho, las figuras se superponen de manera evidente e inequívoca a través de diferencias de valor y color.
En tercer lugar, la estructura abstracta que subyace a la figuración utiliza líneas oblicuas para guiar al ojo del espectador de una manera específica; esto es, convergen todas al centro de la imagen. La perspectiva de la mesa, los hombros del personaje de la derecha así como también el de la esquina inferior izquierda y la relación entre la cabeza del hombre en la esquina superior izquierda y el hombre del centro, son las oblicuas más pertinentes. Y esta convergencia es lo que ayuda a construir un espacio con algo de profundidad, tal como podría observarse en la perspectiva lineal en obras que muestran arquitectura.
A su vez, naturalmente, esta utilización de las líneas obedece a la intención de generar movimiento en la composición; si la línea horizontal sugiere calma y la vertical firmeza, entonces la oblicua (diagonal incluida) genera inestabilidad o movimiento. Y es algo importante de remarcar, pues la escena muestra a las figuras en un instante que no podría durar más de unos segundos; esta fugacidad difícilmente podría trabajarse con una composición que no utilizase las líneas oblicuas. Y, claro, esto se hace más que evidente en los escorzos de los brazos, los hombros de los hombres y la orientación de sus cabezas.
Por último, si bien el tratamiento del fondo es en tono general de valores muy bajos que devienen en figuras “abiertas”, existe cierta sombra proyectada que separa con gran eficacia los personajes del mencionado fondo.
Por otro lado, el tratamiento de la luz ofrece varios focos de luz. La escena se ilumina de manera que se resaltan deliberadamente ciertos elementos figurativos como lo son las cabezas, la mesa o las frutas. Esto, definitivamente, resulta en una composición que pugna por constante movimiento; es decir, los contrastes de luz y sombra son tan numerosos y los pasajes de valor (y color) tan abruptos, que la obra se debate constantemente entre lo que se ve y lo que no, algo que el barroco explotó sobradamente.
ESTO ES LO QUE RAMIRO PASCH TIENE PARA MOSTRARNOS DE SU PRODUCCIÓN:
