Jorge Luis Borges se emocionaba al hablar de Xul Solar y nunca se atrevió a criticarlo, mucho menos a aplicar, en forma programática su misticismo estético al que transformó en una suerte de ‘ética de su propia existencia’. En palabras de Borges:. “Previsiblemente las utopías de Xul Solar fracasaron pero el fracaso es nuestro, no es suyo. No hemos sabido merecerlo.” Nos confirma su convencimiento de que las premonciones de Xul Solar eran alimentadas por contactos misteriosos. Esta apelación al misterio apuntaba a dejar a Xul Solar y su mundo tranquilo como forma de respeto de su legado el que solo existe cuando se articula sobre sí mismo.
A pesar de esto, en mi humilde opinión uno de los grandes problemas de Xul Solar es Borges y la monumentalización que este hizo del artista. Borges anunció algo que nunca hizo. La cuestión es que, a diferencia de su amigo escritor que buscó resignificar la realidad apartir de distintas proclamas universalistas, el universalismo de Xul parte reconoce la totalidad a partir de un origen y en esto estaba profundamente influenciado por el misticismo judío del siglo XIX y más específicamente por los escritos de Gershom Sholem. Con esto quiero decir que Xul trata de generar una gramática, una lengua y una retórica visual que obedezca a un principio de copulación mística entre una entidad masculina y una entidad femenina como orígenes de la vida cósmica.
La obsesión de Xul era la del principio de ‘creación’. Sin embargo dicha creación no era ‘poética’ (en los términos de Charly ‘Lechugita’ Herrera) sino en los términos de la conjugación de aquellos elementos puestos por Dios a los fines de la generación de la vida desde el momento de la incepción cósmica. Esto se acerca a una fisiología en donde lo cosmico y lo mistico se articulan.
Sin embargo, lo que Borges nunca se animó a hacer en plena conciencia e hizo sin querer queriendo, es ahora materia de los juegos infantiles de un tal Santiago Villanueva en el Castagnino de Rosario. Con la ayuda de Veronica Flom, Villanueva ha decidido aplicar la cosmogonīa de Xul a los fines de la manipulación no sólo de su legado sino tambien de sacar a tomar aire la pobre colección Castagnino+macro.
Villanueva & co toman como punto de partida Explica, un texto que el artista Xul Solar publica en el catalogo de su muestra en la galería Van Riel en 1953 el que propone una clasificación astrológica que agrupa características formales, temperamentales e históricas para las obras de arte. Esta caracterización obedece a principios de la sintáxis antes enunciada lo que siempre se da desde la generación de una retorica especifica que conjugue las verdades del cosmos. Cómo puede esto transformare en un criterio curatorial es algo que me trasciende y preocupa si es que parte, como es el caso, de una mala lectura de una obra que se contiene en si misma y que no puede ser usada como receta para el divertimento.
Es cierto que Xul Solar proponía un sistema interrelacionado y abierto para el arte. Alejándose de agrupaciones que la historiografía demarcó a lo largo de los siglos, su interés fue “ampliar el campo y horizonte de cada artista al infinito”. Esta agrupación sin embargo tiene que ver con los astros como articulados en pares a los fines de la generación de genealogías que permitiesen asociaciones visuales. Lo que hace Flom y Villanueva encambio está más cerca de Ludovica Squirru que de la Kabbalah judía y los escritos de Abulafia. Just a thought.
WRITTEN BY RODRIGO CANETE. ALL RIGHTS RESERVED.
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