Rodrigo Cañete: Marcelo, antes que nada quiero aclarar dos cosas. Yo tengo una obra tuya y me puedo contar entre tus coleccionistas y fans. No solo a nivel estético sino en términos de mi historia personal, tu obra es muy importante en mi vida. Sin embargo, hubo un cambio en mi y de pronto tu obra me dejo de gustar y deje de apuntar a coleccionar. Dos razones principales para esto: en primer lugar, sufro de depresión y una serie de problemas personales hicieron que tu obra me resulte un tanto superficial y banal. Yo diría, ironica, en el mejor de los casos. Entiendo la ironia como una forma de encuadrar ciertas cuestiones como para no tener que hacernos cargo. La ironia es una estrategia de alejamiento y no de acercamiento. Creo que esta fuera de discusión lo ironico en tu obra, la pregunta es: de que te alejas?
Marcelo Pombo: Ahh bueeno!.. empezamos re mal! Tus conceptos me hacen acordar a los de la crítica de arte de finales de los 80 en Buenos Aires. Voy a tratar de explicarte, pero primero voy a hacer un poco de historia.
Comencé a trabajar de manera intuitiva y con una enorme dificultad en conceptualizar o expresar ideas, mi experiencia siempre fue por delante de mis palabras. Lo único que tenía claro era una irresistible atracción por cualquier técnica o procedimiento artístico que sea marginal o desprestigiado.
Con el paso del tiempo aprendí a hablar sobre mi trabajo basándome en lo que las demás personas me decían. Los comentarios que amigos y artistas a los que admiraba hacían sobre mi obra se convirtieron en mi programa de trabajo. También tuve la suerte, junto a otros artistas de mi generación, de recibir etiquetas: arte light, arte guarango, arte gay… Y pronto entendí que eran muy útiles y necesarias. Siempre agradecí mucho que alguien se tome el trabajo de interpretar y ponerle un nombre a lo que yo hacía.
Pero siempre tuve un problema en aceptar que en mi mirada hubiera ironía y en mis comienzos, por esas ironías de la vida, los críticos que me defendían me la atribuían todo el tiempo. OK, yo no decía nada, pero en ese momento no tenía las herramientas intelectuales para defenderme, sólo sabía que con eso no me identificaba.
Voy a utilizar una imágen muy finales de los 80 de Buenos Aires para que me entiendas: En mi amor por lo tonto, lo pobre, lo bonito, lo laborioso, lo artesanal, lo superficial, lo anticuado y lo provinciano, estoy mucho más cerca del clown que de la ironía.
Rodrigo Cañete: Algo que me intereso particularmente es tu (relativo) éxito en la Costa Oeste de los Estados Unidos, de la mano de Christopher Grimes Gallery. Como crees que se lee tu obra en una ciudad tan superficial como Los Angeles?
Marcelo Pombo: En Los Angeles mi obra fue mirada con atención por críticos, coleccionistas y artistas. Yo me enamoré de la escena artística de esa ciudad. Una cosa importante es que allí, jamás a nadie se le cruzó por la cabeza asociar mi trabajo con la ironía. Creo que miraban mi obra como la de un bruto o un salvaje que de una manera ridícula y excéntrica buscaba ser refinado. Por cierto, algo bastante cercano a la verdad de mi trabajo y sin duda bastante afín al imaginario de Los Angeles. En esa ciudad no están obsesionados por parecer inteligentes y eso para mí, los vuelve menos superficiales.
RC: Cuando veo la evolución de tu obra creo que hay una tendencia hacia la oscuridad a medidas que fuiste madurando. Sin embargo, hasta hace un par de años hay en tu obra un paso de lo ‘ready made’ ornamental a algo que podríamos llamar ‘la maravilla de la manufactura’ en obras como, por ejemplo, ‘Joyeria Antigua’. Yo diría que tu inserción en el mercado norteamericano hizo que te salieras de la ironia del ‘ready made putito’ y te transformaras en un gran maestro artesano. Vos crees que eso te perjudico?
MP: Cuando hice mi primera muestra en Christopher Grimes Gallery, expuse esmaltes y algunas cajitas de ésas con moños, gotitas, flecos y todo eso. No recuerdo sus palabras textuales, pero Christopher me dijo algo así como que Las cajas estaban buenas pero que mis esmaltes tenían algo muy particular, como que eran muy híbridos y gustaban y se vendían… Bueno, a partir de ese comentario, durante casi 10 años, sólo pinté esmaltes.
Aunque creo que te estoy mintiendo porque si bien no los exponía, nunca dejé de hacer mis “ready mades putitos”.
Una cosa a tener en cuenta es que por ese entonces yo no tenía casa, ni taller y mis padres vivían desde hacía 30 años en un monoblok del Gran Buenos Aires y gracias a los esmaltes esa situación algo cambió.
Pero el cambio mas importante fue que a partir de esos viajes y exhibiciones en CGG en donde por primera vez me vuelvo menos porteño y más latinoamericano y comienzo a profundizar esa mezcla de abstracción, surrealismo y paisaje, que es el género híbrido y vergonzante por excelencia de gran parte de la pintura latinoamericana. Y bueno.. a esta altura no hace falta aclarar hacia donde me llevó el corazón siempre.
MP: Uuhh! No seas tan complicado!
Yo, como la gran mayoría de las personas, soy y me hago.
RC: Yo diría que en la minuciosidad de la labor de tu obra hay algo profundamente femenino y también profundamente pobre. Los materiales son materiales ‘de pobre’ (esmalte, madera), los títulos siempre refieren a una cultura de barrio o de feria artesana de Plaza Francia y lo ‘labour intensive’ de tus obras siempre te ponen en el lugar del obrero (y no en el lugar del artista conceptual que con solo señalar un mingitorio y ponerlo en el museo se llena de plata). Te arrepentís de esa estrategia o te consideras una suerte de subversivo de los términos del arte contemporáneo.
Marcelo Pombo: Recuerdo con claridad que en el año 89 o 90 con Jorge Gumier Maier (Artista y director de la Galería del Rojas) nos reíamos y burlábamos de todas las poses del “artista transgresor”, pensábamos que la subversión en el arte era cosa del pasado, y teníamos fé en una especie de resacralización del arte, que lo por venir era hacer baratijas hermosas al gusto de nuestras tías y que a lo único que valía la pena provocar era al establishment del arte innovador y vanguardista.¡Pero cómo nos equivocamos! Los 90 y la década siguiente iban a ser la consagración mundial de la experimentación y la transgresión de los límites del arte.
Nuestro pronóstico estuvo completamente errado y por eso nunca dejamos de ser marginales.
RC: Sos consciente de lo puto que sos (siempre desde la perspectiva de lo que transmite tu obra)?
Es la pregunta mas graciosa y sexy que me hicieron hasta hoy, por supuesto desde la perspectiva de mi obra.
Lo único que se me ocurre, es que probablemente, me debo inspirar en ese tipo de artista moderno, muy de antes, que dejaba salir al niño que tenía adentro y que también aspiraba a ir desde lo muy particular a lo universal, a gustarle a todo el mundo y todo eso
Me da un poco verguenza contar esto, pero me parece que es así.
Y esto lo voy a decir así, para que se entienda, pero por favor, no lo tomes de manera muy literal: Yo adentro mío tengo a un niño al que le gustan los brillitos, las cosas de nenas, en fin, podríamos decir que ese niño es re gay. Cuando comenzé con mi obra, yo pensaba en el popart, el Di Tella, el ready made y todo eso, entonces me ponía a trabajar, aparecía este niño y era él quien mandaba.
Yo no era muy consciente de eso, en serio. Durante la primera mitad de los 90, me empezaron a decir que lo que yo hacía era muy gay. Mucho no me gustaba, porque sentía que mi trabajo era más inocente que militante. Pero me gustaba pensar que estaba asociando lo gay con algo muy infantil.
Y Lo cierto es que ahora soy un hombre grande, que piensa en el arte latinoamericano, en la historia de la pintura abstracta o el postconceptualismo, decido que es lo que voy a hacer, me pongo a trabajar y (para decirlo con tus palabras) aparece “el putito” y manda.
Posiblemente me esté convirtiendo en un viejo ridículo…pero yo ya sé que no puedo hacer nada.
RC: Que me podrias decir de la evolución del ‘ser gay’ en la Argentina durante la era Kirchnerista?
MP: Eeeeehh… Sin lugar a dudas es un importantísimo momento para los derechos de la diversidad sexual de las personas y ojalá que esta situación también se extienda a los derechos de las mujeres en particular, pero eso va a depender de la presión de la gente que esté involucrada.
Por el año 84 y 85, milité en el Grupo de Acción Gay (en donde creíamos que la lucha por los derechos era el único camino para aspirar a la desaparicion de lo gay)
Es todo cuanto te puedo decir, porque actualmente tengo poca información e interés sobre el tema. Probablemente este buen momento es lo me permite ser tan indiferente.
RC: Nunca me olvidare un video que me regalo Christopher Grimes en donde el intenta tener un dialogo con vos sin percatarse que vos sos uno de esos artistas del Rojas que se regodea en una suerte de ‘easy going approach to life’ en donde ‘nunca saben ni contestan’. Me pregunto si esta entrevista va a ser tu primer entrevista en serio?
MP: Ese video nunca pude verlo por la verguenza que me da. Por empezar, mi forma de hablar es muy extraña.
Hoy sospecho que cada vez que viajaba a LA estaba siempre al borde de un brote psicótico.
Buenos Aires es un ecosistema tan duro y caótico que siento que me convertí en un animal sobreadaptado e hiperespecializado y que fuera de acá, no sabría como sobrevivir.
Fuera de eso, algo bueno que me sucede es que pienso con mayor claridad y también hablo con mayor precisión. Ah, y me está encantando contestar tus preguntas tan excepcionales y raras.
MP: Bueno, las cosas no siempre salen como uno quiere y eso nos sucede la mayoría de las veces.
Pienso que la gran inadecuación mía, fue el tiempo que me llevaba hacer cada esmalte y que contra toda lógica, mi obsesión y minuciosidad fueron aumentando año tras año, de tal manera, que trabajaba más y más y producía cada vez menos cantidad de obra. Y eso mismo se fue extendiendo a mis dibujos y a otras cosas.
Hará 2 meses atrás, un coleccionista de BsAs, le encargó a mi asistente la restauración de un esmalte que se había caído y éste me pidió si no lo podía restaurar en mi taller, bajo mi supervisión. El observar las dificultades que le traía a mi asistente darle volumen y brillo a cada gota de esmalte me retrotrajo a ese largo período de trabajo que fue absolutamente demencial y al que por supuesto, no voy a volver jamás.
RC: o que te planteo en la primera pregunta es significativo porque vos entraste en una franja complicada del mercado que puede (estrictamente en términos del mercado del arte internacional) acabar con tu carrera. En el pasado año y medio, yo intente insertar ‘Joyeria Antigua’ en el Latinamerican Sale de Christie’s y Sotheby’s dos veces sin éxito. Finalmente tuve éxito en Phillips de Pury pero yo tenia que mandar la obra de London a New York y el estimate fueron 6,000 dolares, la mitad de lo que yo la pague hace cinco años. A que atribuís este impasse en tu cotización internacional.
Marcelo Pombo: Tampoco sé que decirte al respecto, imagino que posiblemente, eso que describís, también les ha pasado en algún momento de sus carreras a artistas mucho más importantes que yo. No sé, pensar eso seguro me tranquiliza. Pero evidentemente sos vos el que conoce muy bien este tema.
Tené paciencia, aunque intuyo que no es una de tus virtudes.
Por mi parte soy optimista y no pierdo la esperanza de que alguna vez puedas recuperar tu inversión u obtener una mínima ganancia.
En fin, Rodrigo, tus preguntas me resultaron comprometidas y movilizadoras, no hace falta ser adivino para saber porqué.
Muchísimas gracias por esta entrevista y te mando un abrazo bien grande!
RC: Para tu informacion, la pintura no esta a la venta porque sos uno de los mejores artistas argentinos de la ultima mitad de siglo, tenes un lugar en mi historia personal muy especifico y abria que ser boludo (como coleccionista) para deshacerse de tamaña maravilla. La obra es mia y me la quedo. Te cague! Un beso enorme para vos y gracias por la entrevista. Ladies & gentlemen…. Marcelo Pombo!
MIRA LA PASTELA DEDICADA A JUAN CARLOS DISTÉFANO
